Los exquisitos embutidos de carne humana que se vendían en Bogotá.
La antropofagia era un castigo bíblico solo destinado para aquellos que desobedecieran a Dios; en el Levítico se condena a las madres a devorar la carne de sus propios hijos. Durante el sitio de Samaria por parte de los Sirios, se relata el caso de una mujer que junto a otra se comieron al hijo de la primera (Segundo Libro de los Reyes). Flavio Josefo describe en sus narraciones que en el sitio romano en el año 70 A.C. una mujer devora las carnes de su propio hijo impulsada por los instintos animales que todos tenemos, y que en situaciones de inanición surgen incontenibles con el único propósito de mantenernos vivos, como lo hicieron los sobrevivientes del vuelo de la fuerza aérea Uruguaya que al principio se alimentaron de los cuerpos de sus compañeros con cierta repugnancia y respeto; pero que después se convirtió en una rutina que terminó convirtiéndolos en unos caníbales por conveniencia. Armin Meiwes -más conocido como el caníbal de Rotemburgo; un reconocido asesino