Cuentos proscritos
Lo conocí por casualidad; tal vez él, me estaba esperando, y yo en mi naturaleza degradada no lo sabía.
Para esos tiempos aún no conocía la teoría sintergica de Jacobo Glimberg, que trata de explicar con bases científicas, las inexplicables trepanaciones públicas en dónde Bárbara Guerrero, extraía tejido cerebral dañado y en un acto de malabarismo maravilloso lograba materializar a la vista de todos nuevas partes cerebrales y reemplazar las partes dañadas con movimientos rústicos de carnicero. https://valeriotovarmartinez.blogspot.com/2022/08/desde-pachita-y-sus-trepanaciones-con.html
Tampoco había leído los libros mediumnicos de Helena Labrasky; en dónde habla de los archivos akasicos o las memorias de Dios; un espacio sin lugar, un torrente sin sitio en donde se guarda todo lo ocurrido y todo lo que esta por suceder en toda la vastedad universal.
De haberlo conocido hoy tal vez lo había enfrentado con la naturalidad conque un alumno abraza a su maestro el día de la graduación, y no con el espanto que me produjo su grandeza el primer día que lo vi, cuando sin haberme visto nunca, reveló ante todos mis mas guardados secretos; mis más aterradores temores y mis más inalcanzables esperanzas.
Vivió en Clemencia muy cerca a Cartagena, un pueblo de descendientes de esclavos sublevados en dónde su fama de hierofante y adivino pasaba desapercibida por la indiferencia que causa la cotidianidad; los lugareños no se inmutaban cuando lo veían encender un cigarrillo sin tener una fuente de Fuego cercana, o cuando lo veían realizar en publico exorcismos estrepitosos y apreciar la huida del demonio en medio de gritos de espanto y vómitos sanguinolentos del liberado poseso.
Muchos decían que lo veían levitar y su acción ingrávida ya no les causaba curiosidad, sino que lo veían como un acto inadvertido que no merecía ser comentado producto de los vapores producidos por el aguardiente barato que consumía a diario, y no por la naturaleza inefable de su ser.
https://valeriotovarmartinez.blogspot.com/2022/08/de-la-levitacion-y-otros-santos.html
Así era el Agorero de clemencia, personaje de los “ Cuentos Proscritos” (libro de mi autoría). Que espera por ser leído…
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