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De Amón Ra; Hasta el caduceo.

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En días pasados fui advertido que mi omisión de invocar a Amón Ra significaba una falta de decoro y simple cortesía al pronunciarme al comenzar el día,  ignorando lo que todo buen cristiano debe hacer mucho antes de cualquier otra actividad diaria. Algunos lingüistas aducen que el término “ Amen” es de origen hebreo y traduce literalmente “ así sea” y se le atribuye un poder santificado muy semejante a los mantras orientales, y se debe invocar al terminar una oración o petición al creador; otros como yo; creemos  que el termino es una derivación del nombre egipcio para el Dios solar Amón Ra;  fue modificado por el pueblo hebreo para sustentar su naciente monoteísmo impuesto por Akenaton en tiempos bíblicos. Sin embargo soy de quienes creen que la cultura judía no es más que un enorme crisol de aportes culturales sumerios y egipcios que se reflejan en muchas narraciones bíblicas que son de origen pagano, como el diluvio universal y el jardín del Edén que son narraciones sume

Alma viajera; la canción que fue escrita atada a un cordón de plata.

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  Ahora que me encuentro lejos de lo que yo quiero tanto No sé qué hacer, no sé qué hacer Le he dado permiso a mi alma para que vaya volando Y vaya a ver a esa mujer.- Julio Oñate, el autor de estos versos sin duda tuvo que haber experimentado la maravillosa propiedad que tiene el alma de retomar su naturaleza ingrávida; desprenderse del cuerpo físico y emprender desplazamientos a voluntad en donde el durmiente conserva la propiedad de conducir su conciencia a cualquier sitio de la vastedad del Universo. Unos los llaman viajes astrales; otros desdoblamientos de la conciencia; lo cierto es que en estos estados de alteración  podemos experimentar la  etérea e inefable propiedad de desplazarnos a la vertiginosa velocidad de la voluntad; apreciar sin sorprendernos la presencia de quienes amamos;  vivos o muertos;  lejanos o cercanos; lo cierto es que  nadie se muere para siembre  porque tienen una segunda oportunidad cuando se nos aparecen con la misma naturalidad y apariencia de  cuando e

Cuentos proscritos

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Lo conocí por casualidad; tal vez él, me estaba esperando, y yo en mi naturaleza degradada no lo sabía. Para esos tiempos aún no  conocía la teoría sintergica de Jacobo Glimberg, que trata de explicar con bases científicas, las inexplicables trepanaciones públicas en dónde Bárbara Guerrero, extraía tejido cerebral dañado y en un acto de malabarismo maravilloso lograba materializar a la vista de todos nuevas partes cerebrales y reemplazar las partes  dañadas con movimientos rústicos de carnicero. https://valeriotovarmartinez.blogspot.com/2022/08/desde-pachita-y-sus-trepanaciones-con.html  Tampoco había leído los libros mediumnicos de Helena Labrasky; en dónde habla de los archivos akasicos o las memorias de Dios; un espacio sin lugar, un torrente sin sitio en donde se guarda todo lo ocurrido y todo lo que esta por suceder en toda la vastedad universal. De haberlo conocido hoy tal vez lo había enfrentado con la naturalidad conque un alumno abraza a su maestro el día de la gra

Desde Sócrates y Aristóteles hasta el Braka.

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Así debió ser Aristóteles con Alejandro; como Mentor para Telémaco; como Sócrates con Platón; estaba signado por el destino a educar a hombres grandiosos.  El día que lo vi por primera vez, nos recitó de memoria los hermosos versos que se quedarían para siempre atrapados en mi tierna memoria infantil. - “ Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos” . -   Lo hizo con una belleza magistral, guardando las pausas y los buenos ritmos que solo un rapsoda puede tener;  enaltecio con su tono diáfano la majestuosidad conque García Márquez hubiese querido que conociéramos a su más grande creación;  acudió a recursos histriónicos  para hacer más cr

La senectud

  No me sorprende estar buscando las llaves cuando las tengo en la mano, tampoco me aterroriza el no saber a qué fui a la tienda de la esquina; me toca regresar de nuevo y en un acto de constricción regresar a la casa y allí en medio de las brumas del olvido recordar de nuevo el objeto de necesidad.   Muchas veces he hecho movimientos cerebrales que no coinciden con la respuesta aletargada de mi desgastado cuerpo; el resultado son movimientos toscos que logro realizar para no perder el equilibrio. Ha empezado el agreste e intransitable camino a la senectud. No busco caminos extensos por recorrer; prefiero tomar atajos y buscar senderos sombreados para descansar a la  vera cuando llegue el cansancio. Mis amigos cada vez son menos, prefiero a los más parcos y reflexivos;  escapo de los bulliciosos e intrascendentes. Me refugio en la soledad de mis reflexiones. La vida del ermitaño me espera. No emprendo proyectos a largo plazo sino que realizo acciones cotidianas porque no se, si mi gast

El Leviatán, el malvado monstruo que el hombre parió.

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  Malditos sean los que maldicen el día, los que se preparan para despertar al Leviatán. (Job 3:8) Adolf Eichmann, en el juicio por crímenes de guerra en Jerusalén, se mostró tranquilo y su rostro no mostró los gestos de arrepentimiento que suelen mostrar algunos asesinos cuando son capturados. El Generalísimo Franco era un católico ferviente y un marido domesticado devoto de sus hijos. Álvaro Uribe, el expresidente colombiano, es fotografiado con sus nietos y a todos nos conmueve verlo galopar en sus finos caballos en compañía de los infantes mostrando a un tierno abuelo dedicado a ofrecer a su descendencia los cuidados más tiernos que un el patriarca puede ofrecer; sin embargo, fue el autor intelectual del más aberrante acto de exterminio en contra de  inocentes que aparecían ejecutados con tiros de gracia y disfrazados de combatientes para luego ser fotografiados como bajas en combates que sólo se desarrollaban en escenarios teatrales donde los muertos eran los protagonistas apareci

La muerte de Luis Alfonso León Pereira.

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  Tres días antes de su asesinato, la muerte se le había anunciado en plena eucaristía ataviada con andrajos y  descalza; gritando para que todos los feligreses escucharan su proclama maniquea; ‘Yo soy Dios y tú eres el demonio”.   Eran las palabras de Deiby José Banqueth Julio, un malviviente que había llegado hacia cuarenta días a Montería siguiendo los entroncados caminos del destino que ya habían determinado que el amado sacerdote debía morir por sus manos en los pasillos de la casa cural de la parroquia de Santa maría madre. Había entrado a la iglesia en plena eucaristía, poseído por los vapores alucinantes de las drogas más baratas que solo consumían quienes se encontraban en la última etapa de autodestrucción; con aptitud de profeta señaló al sacerdote,  quién impávido escuchaba las sentencias del intruso quien desde el pasillo central lo miraba con aires de inquisidor y se proclamaba a sí mismo como el dios supremo. Muy pronto una patrulla de policías lo  retiró sin violencia;