De Amón Ra; Hasta el caduceo.
En días pasados fui advertido que mi omisión de invocar a Amón Ra significaba una falta de decoro y simple cortesía al pronunciarme al comenzar el día, ignorando lo que todo buen cristiano debe hacer mucho antes de cualquier otra actividad diaria. Algunos lingüistas aducen que el término “ Amen” es de origen hebreo y traduce literalmente “ así sea” y se le atribuye un poder santificado muy semejante a los mantras orientales, y se debe invocar al terminar una oración o petición al creador; otros como yo; creemos que el termino es una derivación del nombre egipcio para el Dios solar Amón Ra; fue modificado por el pueblo hebreo para sustentar su naciente monoteísmo impuesto por Akenaton en tiempos bíblicos. Sin embargo soy de quienes creen que la cultura judía no es más que un enorme crisol de aportes culturales sumerios y egipcios que se reflejan en muchas narraciones bíblicas que son de origen pagano, como el diluvio universal y el jardín del Edén que son narraciones sume