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Las ordalías, los juicios de Dios.

 Las primeras ordalías surgieron en la temprana edad media, después que el derecho romano fue reemplazado por los tribunales eclesiásticos. Fueron los duelos a muerte entre nobles las primeras ordalías que se presentaron para dirimir las diferencias y pleitos presentados, las autoridades y los querellantes estaban convencidos que en medio del fragor del combate, Dios inundaba de vitalidad y agilidad al inocente, quien aún con la sangre del  vencido en sus manos, era ungido por los sacerdotes como inocente y al muerto como culpable. Dios no solo actuaba como rígido juez, sino como verdugo en un juicio de pocos minutos; se ignoraba que el vencedor era el más fuerte y dúctil en el manejo de las armas, se creía que era  el receptor de los favores divinos que impregnaba al vencedor con movimientos ágiles y puñaladas certeras que lograba eliminar al ofendido querellante quien certificaba con su muerte el fallo divino. Luego aparecieron las ordalías de los panes y los quesos. En las iglesias

Ya viene un meteorito a corregir el error de Dios.

 Desde los ataques racistas de la obtusa Marvel (farandulera Colombiana), las confesiones insulsas del decorativo príncipe Harrys, cuyo libro de supermercado ha alcanzado niveles de ventas superiores a la "Breve historia del tiempo" Stephen Hawking . La especie humana ha demostrado que es superflua y banal. La muerte de la drogadicta hija de Elvis Presley y los despechos de la engañada  Shakira, son más importantes que los muertos de Ucrania o que la inflación galopante que afecta al mundo entero. Es más importante la forma que el fondo. La revolución informática está acentuando el carácter fatuo del humano. Tal vez por eso la naturaleza realiza innumerables esfuerzos en crear virus devastadores para corregir los errores de la creación y volver a crear una nueva especie de humanos más altruistas y con hemisferios cerebrales mas voluminosos. Se necesitan millones de humanos para dar origen a un Einstein o a un Camus; este esfuerzo natural origina super población y agotamiento

El perro de Narciso.

 Después de una  extenuante rutina de ejercicios en el gimnasio, Narciso se masturba mientras toma una ducha, piensa que su  auto erotismo es la mejor opción porque nadie merece disfrutar de la perfección de su cuerpo. Libera de sus cadenas a su perro, un rottweiler al que mantiene prisionero para aumentar su bravura, sujeta a la bestia con cadenas de pandillero;  antes de salir de su casa se mira en los espejos que decoran su casa en perfecta sincronía que le permite verse a sí mismo reflejado en varios espejos a la vez,   se contempla así mismo y disfruta de la belleza reflejada en el cristal, sale de su casa vestido con su camisilla blanca siguiendo el buen estilo de Fredy Mercury, flexiona sus brazos solo para tener el gusto de ver sus desarrollas bíceps, forjados con grandes jornadas de trabajo y muchas inyecciones de esteroides.  Hombre y Bestia adoptan similares formas de andar, el uno es la extensión del otro, juntos forman un solo organismo; parejas así, es muy común encontrar

El agorero de Clemencia.

 Esa mañana después de una mala noche se despertó con la sensación terrenal de morirse ese día soleado de enero,  lo sabía porque por primera vez en su ya larga existencia entre nosotros sentía el impulso animal de comerse las guayabas que maduraban en los patios de sus vecinos, había vivido más de ochenta años sin alimentarse y solo ingería botellas de ron blanco no solo para emborracharse sino para eliminar la pequeña flora que brotaba de sus tripas en desuso,  se levantó de la cama con un impulso juvenil que hizo traquear todos los rincones de su desgastado cuerpo, era delgado y frágil;  debajo de su piel se podían ver el lugar donde sus huesos se unían para formar las articulaciones en medio de una sarta de tendones. Ya de pie miro con ojos alucinados el olor a guayaba madura que se filtraba mezclado con los  llameantes rayos del sol que se asomaban  por los huecos del oxidado techo de zinc, se acercó despacio a la ventana para ver de cerca el  tenue perfume de las frutas que le ha

El entrelazamiento cuántico y el viaje astral.

  Los pocos mortales que   han tenido la fortuna de transitar por los etéreos laberintos del viaje astral y sentir la ingravidez que se   despiertan en sus dominios, aquellos que   atrapados en las marismas luminosas de un estado de conciencia en donde el durmiente es un sujeto activo que conduce a voluntad   el desarrollo de sus actos;   en un plano de existencia novedoso, en donde la individualidad; despojada por completo del peso de su cuerpo terrenal, experimenta sin asombro las nuevas latitudes fantasmales, en donde aparecen personas conocidas algunas, y desconocidas otras, entablando con ellos diálogos inspiradores, con la misma naturalidad con que lo hacen cuando están despiertos. “Hay muchas moradas en la casa de mi padre”; y esta al parecer es una de ellas. El desdoblamiento astral es la separación de la conciencia de su contenedor terrenal, que de alguna manera la constriñe y la hace prisionera de su degradada naturaleza. Liberarse en astral parece ser una propiedad de la

Los empalamientos del Salado.

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  "El infierno esta solo;   el demonio es feliz entre nosotros y lo acompañan cien escoltas.' Experimentaron con ellos todas las formas de martirio, primero violaron a las niñas en presencia de sus padres para que vieran destrozada la inocencia; probaron los desollamientos Asirios, solo que esta vez lo hicieron con la precisión del escarpelo, logrando cortes perfectos sobre la piel de sus víctimas, dejando a la vista la maraña de músculos y tendones palpitantes mientras los deshollejados agonizaban en medio de gritos de agonía. Trataron de superar la imaginación de los inquisidores, cuando fabricaron a la carrera los artificios de tortura diseñados por el propio Torquemada, y que fueron usados uno a uno, frente a los sentenciados que esperaban ansiosos su turno para morir. Se acordaron de  Vlad III de Valaquia, y realizaron empalamientos frente a la pequeña parroquia para que  todos vieran que no solo en Rumania, sino que también en Colombia se formaban vampiros sanguinarios.

Los Gitanos, los errantes que descubrieron la libertad.

 Aparecieron en Europa en el siglo X, su tez morena, y los vistosos atavíos de sus mujeres contrastaban con la lúgubre apariencia de los europeos que disfrutaban cuando las caravanas de carretas aparecían sin avisar en las pequeñas aldeas, anunciando la llegada de los saltimbanquis, de los danzantes y domadores de caballos, que iniciaban con sus panderetas las fiestas públicas de los egiptanos, que más tarde fueron conocidos por gitanos.  Fueron los nómadas, que eran concebidos por amor enloquecido bajo la tenue luz de las estrellas, cuando el deseo podía más que el recato y se acostaban el suelo para aparearse como animales, sobre los pastizales o las piedras de los caminos, solo conducidos por las necesidades apremiantes del amor, porque los gitanos no conocían los recatos de la escolástica ni tampoco el carácter misógino del Deuteronomio, por eso se amaban sin ataduras en los momentos precisos en que las ganas nublan los recatos. No tenían más patria, que sus carretas, las que les s