El entrelazamiento cuántico y el viaje astral.
Los pocos mortales que han tenido la fortuna de transitar por los
etéreos laberintos del viaje astral y sentir la ingravidez que se despiertan en sus dominios, aquellos que atrapados en las marismas luminosas de un
estado de conciencia en donde el durmiente es un sujeto activo que conduce a
voluntad el desarrollo de sus actos; en un plano de existencia novedoso, en donde
la individualidad; despojada por completo del peso de su cuerpo terrenal,
experimenta sin asombro las nuevas latitudes fantasmales, en donde aparecen
personas conocidas algunas, y desconocidas otras, entablando con ellos diálogos
inspiradores, con la misma naturalidad con que lo hacen cuando están
despiertos.
“Hay muchas moradas en la casa de mi padre”; y esta al parecer
es una de ellas.
El desdoblamiento astral es la separación de la conciencia
de su contenedor terrenal, que de alguna manera la constriñe y la hace
prisionera de su degradada naturaleza. Liberarse en astral parece ser una
propiedad de la conciencia que le permite transitar por terrenos conocidos, ya
que, quienes experimentan el fenómeno, coinciden en afirmar que en algunos
casos pueden reconocer los lugares en donde se desplazan, como sitios en los
que ya han estado antes.
En medio de la experiencia astral, el durmiente es
consciente de los acontecimientos y situaciones que se presentan; puede
desplazarse a voluntad por los ignotos pasajes gaseosos que transita y sostener
diálogos altruistas con personas vivas y otras muertas, conservando la lucidez
del pensante cuando está despierto.
Erwin Schrodinguer ,el padre de la mecánica cuántica advirtió la existencia
del entrelazamiento cuántico, que es la
propiedad que tienen las diminutas partículas de materia, que aunque, estén separadas por enormes
distancias cósmicas, conservan la extraña propiedad de interactuar entre sí, y
reaccionar con inmediatez en conjunción de una con otra, a velocidades superiores
a la luz. (tiembla Albert Einstein en su tumba)
El entrelazamiento cuántico le abre las puertas a la
especulación y puede dar paso a la fantástica tele transportación de Star Trek,
o explicar la maravillosa experiencia del viaje astral.
Nosotros que estamos hechos de átomos, tenemos la propiedad
de separar a voluntad las estructuras sub atómicas de nuestro ser, liberar
nuestra conciencia de las ataduras terrenales, en un impulso voluntario que desplaza
la conciencia a otros planos de
existencia; muchas personas pueden ver su cuerpo físico reposar tranquilo en su
lecho, mientras la conciencia emprende aventuras glaciales por lugares sin
espacio e instantes sin tiempo. La conciencia se desplaza con inusitada
alegría, como ave recién liberada, que retorna a los agrestes campos que la vieron
nacer.
Los físicos saben que en el mundo cuántico, la materia se comporta de manera difusa e impredecible, el mismo Erwin Schrodinguer creó la famosa paradoja del gato, que puede estar muerto o vivo a la vez, porque la naturaleza de las partículas de las cuales estamos hechos se comportan de manera impredecible, pueden ser ondas y a la vez partículas, materia y a la vez energía.
Platón definía a la
conciencia, o alma para otros; de una
naturaleza opuesta a su contenedor terrenal; provista de facultades que la hacen inmortal;
que le permiten sobreponerse al engaño sensorial haciéndola más sabia y
trascendental, conservando la individualidad a pesar de la muerte; tomando otros cuerpos hasta alcanzar estados de perfección que le
permitan existir sin tener que realizar entrelazamientos cuánticos que la fijen
a la degradada materia, quiere decir volver a reencarnar o realizar
entrelazamientos con las burdas partículas que la degradan, haciéndola perceptible
a los imperfectos sentidos de otros vivientes.
Las personas que han tenido experiencias muy cercanas a la
muerte, aseguran que la conciencia permanece ingrávida y liberta; han podido observarse a
sí mismos en las frías camas de cuidados intensivos, describen en su
experiencia, en donde la conciencia
conserva las propiedades de individualidad que nos hacen únicos, los recuerdos
y la capacidad de discernir se mantiene intacta, las emociones desaparecen, el
miedo se pierde y solo una sanción de paz se apodera del disidente; a
pesar de que la conciencia ha abandonado el reducido espacio que la contiene,
logrando estados de expansión que desbordan los reducidos limites cerebrales; la
información sensorial llega a la conciencia por caudales diferentes a los
sentidos, en un acto inmediato, desprovisto de los afanes que vienen con el
tiempo.
El entrelazamiento cuántico desconcierta a los físicos y maravilla
a los profanos, cada vez que la ciencia abre una puerta se abren muchas más, creando
un inmenso laberinto en donde existen más preguntas que respuestas. Tal vez el
universo fue creado por Dédalos, para que nosotros los feroces minotauros
estemos perdidos para siempre en los ignotos pasillos de su perdición.
Creo que al hablar de durmiente se está refiriendo a los sueños lúcidos mas que a viajes astrales...lo del gato de Schrödinger tiene que ver con la superposición de estados y me parece que lo del entrelazamiento cuántico lo deducen Einstein y otros dos físicos y lo presentaron, entonces, como una imposibilidad que hacía de la cuántica una teoría incompleta.
ResponderBorrarEstudia y experimentalo
BorrarDe tu experiencia tendrás una respuesta;)
Gracias muy buena le lectura k compartió gracias
BorrarExcelente. Gracias 😊
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