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El agorero de Clemencia.

 Esa mañana después de una mala noche se despertó con la sensación terrenal de morirse ese día soleado de enero,  lo sabía porque por primera vez en su ya larga existencia entre nosotros sentía el impulso animal de comerse las guayabas que maduraban en los patios de sus vecinos, había vivido más de ochenta años sin alimentarse y solo ingería botellas de ron blanco no solo para emborracharse sino para eliminar la pequeña flora que brotaba de sus tripas en desuso,  se levantó de la cama con un impulso juvenil que hizo traquear todos los rincones de su desgastado cuerpo, era delgado y frágil;  debajo de su piel se podían ver el lugar donde sus huesos se unían para formar las articulaciones en medio de una sarta de tendones. Ya de pie miro con ojos alucinados el olor a guayaba madura que se filtraba mezclado con los  llameantes rayos del sol que se asomaban  por los huecos del oxidado techo de zinc, se acercó despacio a la ventana para ver de cerca el  tenue perfume de las frutas que le ha

El entrelazamiento cuántico y el viaje astral.

  Los pocos mortales que   han tenido la fortuna de transitar por los etéreos laberintos del viaje astral y sentir la ingravidez que se   despiertan en sus dominios, aquellos que   atrapados en las marismas luminosas de un estado de conciencia en donde el durmiente es un sujeto activo que conduce a voluntad   el desarrollo de sus actos;   en un plano de existencia novedoso, en donde la individualidad; despojada por completo del peso de su cuerpo terrenal, experimenta sin asombro las nuevas latitudes fantasmales, en donde aparecen personas conocidas algunas, y desconocidas otras, entablando con ellos diálogos inspiradores, con la misma naturalidad con que lo hacen cuando están despiertos. “Hay muchas moradas en la casa de mi padre”; y esta al parecer es una de ellas. El desdoblamiento astral es la separación de la conciencia de su contenedor terrenal, que de alguna manera la constriñe y la hace prisionera de su degradada naturaleza. Liberarse en astral parece ser una propiedad de la

Los empalamientos del Salado.

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  "El infierno esta solo;   el demonio es feliz entre nosotros y lo acompañan cien escoltas.' Experimentaron con ellos todas las formas de martirio, primero violaron a las niñas en presencia de sus padres para que vieran destrozada la inocencia; probaron los desollamientos Asirios, solo que esta vez lo hicieron con la precisión del escarpelo, logrando cortes perfectos sobre la piel de sus víctimas, dejando a la vista la maraña de músculos y tendones palpitantes mientras los deshollejados agonizaban en medio de gritos de agonía. Trataron de superar la imaginación de los inquisidores, cuando fabricaron a la carrera los artificios de tortura diseñados por el propio Torquemada, y que fueron usados uno a uno, frente a los sentenciados que esperaban ansiosos su turno para morir. Se acordaron de  Vlad III de Valaquia, y realizaron empalamientos frente a la pequeña parroquia para que  todos vieran que no solo en Rumania, sino que también en Colombia se formaban vampiros sanguinarios.

Los Gitanos, los errantes que descubrieron la libertad.

 Aparecieron en Europa en el siglo X, su tez morena, y los vistosos atavíos de sus mujeres contrastaban con la lúgubre apariencia de los europeos que disfrutaban cuando las caravanas de carretas aparecían sin avisar en las pequeñas aldeas, anunciando la llegada de los saltimbanquis, de los danzantes y domadores de caballos, que iniciaban con sus panderetas las fiestas públicas de los egiptanos, que más tarde fueron conocidos por gitanos.  Fueron los nómadas, que eran concebidos por amor enloquecido bajo la tenue luz de las estrellas, cuando el deseo podía más que el recato y se acostaban el suelo para aparearse como animales, sobre los pastizales o las piedras de los caminos, solo conducidos por las necesidades apremiantes del amor, porque los gitanos no conocían los recatos de la escolástica ni tampoco el carácter misógino del Deuteronomio, por eso se amaban sin ataduras en los momentos precisos en que las ganas nublan los recatos. No tenían más patria, que sus carretas, las que les s

De Los eunucos y otras infamias.

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  De los primeros que se tengan noticia, aparecieron en Sumeria, dos mil años antes del nacimiento del Cristo, la castración humana convertía al eunuco en un sujeto dócil y confiable al cuidado del harem, el paraíso en la tierra del noble o gobernante que dejaba a su cuidado su más preciada posesión, las hermosas mujeres que no corrían riesgos de ser seducidas por los desarmados viriles.   La usencia de testarrona impide el crecimiento de la barba y demás rasgos varoniles que transforman al castrado en un sujeto dócil; desprovisto de esperanzas de procrear y dejar descendencia; el eunuco garantizaba lealtad a su señor, compartían sus aposentos y cuidaban de sus mujeres e hijos. La castración prosperó y los eunucos llegaron a los templos despertando el celo de la clase sacerdotal, algunos solo eran despojados de sus testículos, dejándolos en la doble vía de la satisfacción sexual cortesana, pudiendo satisfacer la lascivia de ambos sexos. Algunos eunucos contradecían su naturaleza

La cruz gamada, el poderoso símbolo que Hitler ensangrentó.

  Según la leyenda, una Cruz se le apareció a Constantino en el cielo, pidiéndole que sustituyera las águilas imperiales de las insignias de los soldados por la  Cruz cristiana , de manera que con ese signo vencería. Después de este sueño o visión, Constantino adoptó el lema  latino  « In hoc signo vinces » («Con este signo vencerás»). La  batalla del Puente Milvio a fue el último combate del   conflicto desatado  en el verano de  312  entre los  emperadores romanos   Constantino I  (r. 306-337) y  Majencio   (r. 306-312). Se libró el 28 de octubre de dicho año, cerca del  puente Milvio , uno de los tantos que posee el  río Tíber  en  Roma . Constantino fue el vencedor de la batalla y emprendió desde entonces el camino que llevaría a la extinción al  sistema tetrárquico   vigente, para convertirse él en el único gobernante del  Imperio romano . Majencio, en cambio, se ahogó en el Tíber durante el combate. Ese día nació uno de los símbolos más conocidos en el mundo, la cruz cristian

Chico Xavier, el amanuense de los muertos.

  Se sumergía en un extraño trance mediumnico,   en donde su conciencia era reemplazada por la presencia de entidades escribientes que conducían su mano en trazos sobre la hoja de papel del cuaderno escolar, en donde los muertos anunciaban sus deseos   con la misma caligrafía que los distinguían cuando estaban vivos; las viudas, los huérfanos y todos aquellos que habían perdido gente en los inevitables designios de la muerte, recibían de Chico Xavier las epístolas póstumas en donde sus muertos les   expresaban las confesiones que dejaron sin decirse cuando la encrucijada de la muerte apareció con su frio manto de silencio y los acalló para siempre llevándose los secretos más guardados, los confesiones que nunca se dijeron por la vergüenza que solo tienen los vivos. Chico Xabier era el amanuense de los muertos, el heraldo que recibía dictados inconscientes que se materializaban en su mano de copista espiritual, de sus manos presurosas aparecían escritos con mensajes del mas allá, en d