Del Buda y el Cristo, hasta la Lattice y la teoría sintergica.



Algún día has visitado a un auténtico tarotista?..

Si lo has hecho te has sorprendido; todas tus vivencias anteriores, presentes y futuras se revelan ante los ojos del cartomántico con suma exactitud.

Lo sé por experiencia propia;  aprendí por mis propios medios la lectura de la baraja española, que es la hermana menor del tarot,  con  el fin de cumplir el sueño infantil de imitar las artes adivinatorias de mi abuela; los vaticinios son certeros y puedo decir por experiencia propia que el destino del consultante se revela en la posición de cada uno de los arquetipos que representan la simbología de la baraja.

Puedo decir que soy un cartomántico aficionado, que algún día, cuando las fuerzas físicas me abandonen y ya no pueda más con mis cansadas piernas opte por ganarme la vida abriendo un oráculo público en dónde los consultantes tramiten con  cita previa para consultarme..

Pero no es de solo  eso que quiero escribirles hoy .

Según el Neurólogo Mexicano Jacobo Glinbert, la Lattice es un  enrejado o celosía que debe poseer una capacidad de inclusión informacional colosal para permitirle contener toda la información del Universo en cada uno de sus puntos.

La Lattice en su estado puro no distorsionado es la consciencia pura. El cerebro al distorsionar la Lattice penetra en los diversos niveles de la consciencia. De acuerdo con la mecánica cuántica, el espacio-tiempo posee una estructura básica de total coherencia y simetría a la que se denomina lattice, es decir el Universo no es más que información, esa información está presente en el enorme fractal que es el universo, en dónde cada punto contiene la información de la totalidad.

El campo neuronal puede alterar la Lattice, dicho en otras palabras un cerebro humano con conciencia expandida puede alterar la realidad, algo así como hacia el cristo cuando convirtió el agua en vino, o cuando Pachita ( Bárbara Guerrero) hacia trepanaciones públicas en dónde extraía cerebros enfermos y los reemplazaba por cerebros sanos que aparecían de la nada a la vista de todos.

Cuando se esparcen al azar las cartas sobre la mesa se construyen millones de probabilidades que coinciden con la realidad del consultante;  ¿quien o que ordena los símbolos que revelan aspectos íntimos en la vida del consultante?. En el caso del cartomántico es un lector pasivo que permite que un campo neuronal superior ordene por él, la posición de las cartas del tarot.

A partir de esta experiencia es fácil deducir que el azar no existe, que existe algo que esta por encima de la casualidad y que todo lo que sucede depende del designio de algo mas poderoso que organiza y determina. Puede ser la base del pensamiento estoico y por eso algunas veces en mis escritos insisto sobre un destino previamente determinado desde  mucho antes de nacer, eso lo sabía Carl Gustav Jung , para no parecer un seudocientífico lo llamo el inconsciente colectivo, una presencia inexplicable capaz de producir sincronías que niegan el libre albedrío.

Volviendo a la Lattice de Jacobo, no me queda más por decir que el universo es informacional. Es una constante, un camino ya trazado en dónde las probabilidades y el azar no existen; de ahí que muchas veces intuyo que jamás podré escapar de la aterradora pobreza y de la imposición de estar viviendo la vida que jamás pensé en vivir, sino aquella que por designio me tocó vivir, tal vez piensen que es estoicismo puro en su versión más moderna que te impulsa a recibir tu existencia con resignación.

Según Glinbert y su teoría sintergica, el campo neuronal en interacción con la Latice puede alterar la realidad percibida, es decir la conciencia puede alterar la realidad perceptual, algo así como producir fenómenos que alteren la mecánica establecida por el universo observable; les hablo de producir acciones  como caminar sobre las aguas, como lo hacía el Cristo, o desafiar la tiranía gravitatoria y levitar sin ningún esfuerzo como lo hacía San Cupertino o salir suspendido del altar y elevarse en frente de sus fieles como lo hacía el padre Pio, esto sucede porque el campo neuronal expandido es capaz de alterar la Lattice y producir los anteriores fenómenos.

Si es así, podemos alterar la realidad a voluntad y alcanzar estados superiores de conciencia y lograr ser coparticipes en la creación del universo.

Esta   presente en nuestra conciencia la respuesta al acertijo de nuestra presencia?.. ¿estamos dotados sin saberlo de la facultad de  tomar las riendas de nuestra existencia y hacer uso de los misterios de la Lattice para encausar nuestra presencia por otros caminos y otras latitudes?. Así como lo hizo Neo en Matrix, el Cristo en la Judea o el Buda debajo del árbol de ficus.

Muchas veces pienso que no es prudente tratar temas tan profanos en un foro de hombres conservadores  que prefieren las inquisitivas primeras bancas de las iglesias y desde ese cómodo sitial lanzar las primeras piedras; pero es preciso advertir  que las religiones ( cualquiera sean.) no resuelven los enigmas que atormentan las mentes inquietas de los apostatas.

Deben existir estados de existencia superiores en dónde seamos capaces de crear nuestra propia realidad y no depender de un destino ya definido, sino que podamos por simple voluntad individual jugar a ser dioses y crear nuestros propios destinos.

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