La Lattice

El espacio es una entidad siniestra cuya naturaleza apenas comenzamos a interpretar.

Tal análisis fue hecho, en parte, por Einstein al considerar al espacio como curvo, al analizarlo como entidad concreta que cambia sus características fundamentales de acuerdo con influencias gravitatorias o temporales. El espacio como curvado en la cercanía de un campo gravitacional es el espacio visto desde otra dimensión extra o supraespacial. Ya no es el espacio como categoría apriorística a la manera kantiana o el espacio de varias dimensiones como lo vio Ouspensky; es el espacio como entidad organizada. Al menos, este es el punto de referencia con la cual trataré de explicarles su naturaleza. El espacio como red energética organizada, y el espacio como base y fundamento de la percepción organizada; en escritos anteriores he insistido en que los físicos conocen que una vez el espacio despojado de cualquier presencia de materia; ahí en dónde se cree que no existe nada, ahí quedan inquietas partículas energéticas que aparecen y desaparecen.

El espacio puede ser multidimensional; de ahí que los perros pueden  ver presencias que nosotros no vemos; la realidad se distorsiona y es apreciada de forma diferente por cada una de las especies que nos acompañan, de alguna manera presencias que existen en otras dimensiones se hacen visibles para nosotros como hacen los fantasmas en sus esporádicas incursiones.

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Quien mejor explica este fenómeno es sin duda Jacobo Glimberg y su teoría sintergica; conocí su trabajo gracias a los sucesos de Bárbara Guerrero ( Pachita y sus trepanaciones).

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El espacio y el tiempo son extremos de una misma cosa; el espacio en presencia de grandes volúmenes de materia se contrae y provoca que el tiempo se detenga; eso pasa en el horizonte de sucesos de un agujero negro. Todo indica que el tiempo es una ilusión creada por nuestro cerebro y que fuera de él su naturaleza es distinta en caso de que realmente exista.

Glimberg llama al espacio Lattice; y lo define como un entramado o tejido complejo en dónde cada una de sus partes contiene la información del todo; sostiene que el campo neuronal interactúa con el espacio y es capaz de alterarlo; como lo hacía San Cupertino.

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Quin alteraba los campos gravitatorios y  lograba levitar a su antojo espantando a los pájaros de sus nidos,  o como el Cristo que caminaba sobre las aguas.

El cerebro humano puede alterar al espacio mismo y crear fenómenos increíbles tal cual como lo hacen los místicos en sus trances logrando sanaciones y provocando lluvias inesperadas a pleno sol como lo hacen los graniceros mexicanos.

La Lattice enrejado o celosía debe poseer una capacidad de inclusión informacional colosal para permitirle contener toda la información del Universo en cada uno de sus puntos. Los Indios Guaraníes han querido expresar la misma idea utilizando una escritura textil. Ellos tejen sus ideas expresándolas a través de telas bordadas. La tela que representa el Espacio la fabrican haciendo incidir, en cada punto de la misma, los hilos del resto”.

Los videntes logran estados meditativos en que el tiempo deja de fluir;  pasado y futuro se hacen uno solo logrando predecir hechos futuros como lo hacía Baba Vanga.

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Lo cierto es que la realidad es solo una ilusión creada por nuestro cerebro; fuera de él, la realidad existe pero con elementos distintos; el color emitido por las galaxias es creado por el cerebro mismo; el sonido no existe fuera del cerebro, solo ondas dispersas que el cerebro logra organizar y darles una proporción humana para crear diálogos y hermosas melodías que nos sorprenden.

Todo indica que el tejido neuronal adquiere propiedades altruistas cuando está bajo el control de personas iluminadas o místicos como Michael de Nostradamus que tenían visiones exactas del futuro, o como el padre Pio que levitaba en presencia de sus fieles sin ningún esfuerzo.