Juancho Polo Valencia y su filosofía Nihilista.
Juan Polo Valencia es sin duda el filósofo más popular de Colombia, sin siquiera haber llegado jamás a las aulas universitarias en dónde se enseña y aprenden las más complejas meditaciones que el hombre se ha hecho desde el primer día en que se le dio por enterrar a sus muertos y de paso reflexionar acerca de su presencia en este mundo y la suerte que le espera a su existencia después de la muerte.
Como buen filósofo escribió sus reflexiones no en diálogos eclécticos como lo hizo Platón; o en reflexiones novelescas como lo hizo Nietzsche con su Zaratrusta; sino que compuso canciones y luego las fue cantando de pueblo en pueblo siguiendo los pasos de los rapsodas y los aedos.
A continuación analizaremos juntos los enunciados filosóficos presentes en los sentidos versos de su más conocida elegía que nos pone a meditar y a reflexionar como lo hacía la poesía de Friedrich Holderlin en los tiempos del romanticismo alemán, influyendo en Martin Heidegger y su filosofía que apunta al pensamiento filosófico que ha olvidado la importancia de la nada, que es la base sobre la que se construye el ser. Y ello porque en última instancia el hombre es “ser para la muerte”, ya que toda obra humana está marcada por el hecho ineluctable de la finitud; los versos de Alicia Dorada no son más que un canto luctuoso que enfrenta al hombre con su triste realidad.
"Como Dios en la tierra no tiene amigos
Como no tiene amigos, anda en el aire
Tanto le pido y le pido ¡ay hombe!
Siempre me manda mis males
Tanto le pido y le pido ¡ay hombe!
Siempre me manda mis males."
En los versos anteriores nuestro filósofo caribeño reconoce la naturaleza inefable y distinta de Dios, la grandiosidad divina le impide al hombre interactuar con Dios porque su naturaleza perfecta impide que el inacabado e imperfecto hombre, construido de barro y animado con el soplo divino, pueda entablar cualquier tipo de acercamiento y convivencia con un ser ignoto, revestido de una grandiosidad inconmensurable; por eso Dios en su eterna soledad está condenado a existir en planos desconocidos e incomprensibles, muy lejos de la degradada obra humana aún en construcción.
Nuestro filósofo nacido en el Cerro de San Antonio reconoce su devoción por lo divino, pero se resigna cuando advierte que adora a un Dios determinista conducido por el fatum; que nada puede hacer ante los designios de las Moiras, las eternas tejedoras del destino de los hombres quienes son sordas a las plegarias de los penitentes y cuyos designios ni el mismo Dios puede evitar.
“ Dónde todo el mundo me quiere
Alicia murió solita
Donde quiera que uno muera, ¡ay hombe!
Toa' las tierras son benditas
Donde quiera que uno muera, ¡ay hombe!
Toa' las tierras son benditas.
Algunos dicen que lo único que nos diferencia de los animales es que tenemos dientes pequeños y que al mostrarlos no amedrentan al otro; por eso el hombre es la única criatura que puede sonreír. Somos la única especie que entierra a sus muertos, las anteriores acciones son las que en esencia nos hacen humanos, nuestra aptitud ante la muerte es lo único que nos hace humanos.
El solo hecho de enterrar a nuestros muertos se constituye en un ritual; en ese instante nace la religión y con ella la filosofía; el poeta se enfrenta al enigma de la muerte; le otorga un carácter sagrado y bendice la tierra en dónde nuestro cuerpo reposará por siempre; en su lamento no espera encontrarse con su Alicia en otra existencia, sino que se resigna con su tragedia de haberse quedado solo, el dolor es de quien se queda vivo; de la suerte de quién parte para siempre el autor no dice nada; la nada queda flotando sin caer, dándole a los versos una coloración nihilista.
Los cantos de Juancho Polo Valencia encierran en su contenido profundas sentencias metafísicas que nos inquietan.
“ Lucero espiritual, tu que eres más alto que el hombre, yo no sé en dónde te escondes en este mundo historial.”
Sin duda el compositor quiso expresar en su canto la pequeñez del hombre, en frente a la grandiosidad del universo y a la vastedad del tiempo que lo contiene.
El hombre jamás podrá interpretar a cabalidad la esencia misma del universo, al mirar hacia las estrellas son más los interrogantes que las respuestas, se siente extraviado en un mundo que desconoce, sabe que no puede descifrar la incógnita universal y el acertijo de su presencia.
Cuando una persona está en duelo, por la perdida de un ser querido le reclama a Dios por la perdida pero no ests negando su existencia un abrazo
ResponderBorrarTotalmente de acuerdo con el comentario, la actitud sería entender que nosotros no somos eternos y que cumplimos un ciclo biológico, (nacer, crecer, reproducirnos, y morir )
ResponderBorrarDios es inconmensurable, pero no está condenado, ni en soledad, vive con la presencia de sus Ángeles y de las almas de todos sus hijos que ya han ido a su encuentro, quizás la mente humana no comprende este misterioso designio...Excelente
ResponderBorrarJuancho polo no es nihilista en su canción lucero espiritual refleja el asombro ante el infinito el universo y el hombre y su efímera existencia terrenal deja abierta la posibilidad de. existenciade de Dios l
ResponderBorrarEs clara su apreciación gracias
ResponderBorrarYa cuando el alma se acaba se retira de este mundo
ResponderBorrarY en aque sueño profundo
Ay ombe la vida se vuelve
Nada
Valerio, de dónde saca tan filosofía como la expresada en los escritos dados a conocer.
ResponderBorrarMuy buena reflexion
ResponderBorrarHay que reconocer el talento de Juan ho pololo valencia como dice una canción Juancho polo valencia no tiene dente no tiene muela pero el cantar es la ciencia.Su talento era innato.lo que escribía en sus canciones era la vida misma esa era su filosofía.Siempre será uno de los grandes juglares lástima que lo reconocieron después de muerto