De los maras Salvatruchas y las barras bravas.

 Las Maras Salvatruchas los criminales más peligrosos del mundo que fueron sometidos por Nayid Bukele.

 Hoy no les voy a escribir de la exitosa política represiva del mandatario, sino de algo más cosmético y banal, las modificaciones físicas y corporales muy propias de los criminales.

Los guerreros Incas y aztecas, solían cubrirse de  vistosos atavíos para presentarse feroces e intimidantes ante sus adversarios.

Los actuales seguidores del fútbol cuando asisten a los estadios asumen la misma actitud de los guerreros y se adornan con pinturas y accesorios representativos de sus equipos porque lo que ocurre en los estadios actuales es lo mismo que ocurría en los campos de batalla.

Ambos son comportamientos muy primitivos del hombre, muy relacionados con la territoriedad de las manadas de especies carniceras.

Los integrantes de pandillas suelen usar atavíos y accesorios distintivos que los identifiquen de sus adversarios en el fragor del combate, lo mismo hacen los seguidores del fútbol que acuden a los estadios poseídos por la primitiva intención de exterminar al enemigo.

Cuando se ataca en manada la individualidad se pierde y la identidad colectiva aparece, por eso la apariencia exterior del individuo es semejante, uniformidad en el rostro, que mejor herramienta que los tatuajes y las pinturas.

Ambos disfrutan el placer de matarse entre sí.

Los maras Salvatruchas tatúan sus cuerpos de símbolos y figuras  intimidantes, para dar una apariencia feroz  al enemigo.

Las maras se tatúan lágrimas en sus rostros por cada muerto en sus conciencias, las barras bravas se tatúan las estrellas conseguidas por sus equipos.

Los tatuajes en el rostro y en gran parte de su cuerpo representan  los colmillos y los pelos erizados de las hienas y de los lobos. La apariencia tatuada  de los maras Salvatruchas, los vistosos colores en el rostro de las violentas barras bravas y de los guerreros mesoamericanos son lo mismo, una carga intimidante que exterioriza sus ímpetus violentos.

Al salir de los estadios las barras bravas se enfrentan entre sí, muchas veces hay caídos y vencedores, se matan defendiendo un color.

En la moderna cárcel salvadoreña que contiene a los más violentos criminales del mundo, está representada la expresión más primitiva de la especie cuando se une para atacar en manadas, como lo hacen los lobos y las hienas, como lo hacen las barras bravas y como lo hacían los guerreros cuando se mataban cuerpo a cuerpo con su enemigo.

Los asesinos en serie que generalmente atacan en solitario conservan la apariencia tradicional para no llamar la atención de sus potenciales víctimas,  a diferencia de los que se unen para atacar en manadas.

No hemos evolucionado del todo, aún conservamos a la bestia sedienta que se une para atacar en manadas.