Baba Vanga, la vidente que vaticina guerra biológica para este año.
Predijo la llegada al poder de Barak Obama, en un momento en que nadie hubiera creído que un hombre negro triunfaría en el país más racista de la historia reciente.
El ejército israelí esparce en sus bombardeos fósforo blanco sobre los niños y mujeres palestinos; esta sustancia letal es considerada un arma química que quema los huesos de sus víctimas.
Muchos sabíamos de los estragos en los hospitales gracias a la asfixia provocada por el COVID, ella lo había dicho mucho antes.
Predijo la estruendosa caída de las torres gemelas cuando todos aseguraron la inviolabilidad de la primera potencia militar del mundo.
Fueron muchas las profecías que se cumplieron originadas en las visiones de Baba Vanga, una mujer que quedó ciega desde niña cuando fue atrapada en los arremolinados vientos de un sorprendente torbellino que la expulsó por los aires impregnándole los ojos con las arenas centrípetas que le robaron la luz a sus ojos; perdió la visión para siempre; fue un bautismo santificado por la arena y el polvo; por los vientos enloquecidos que la ungieron en una ceremonia de iniciación sobrenatural, desde ese día comenzó a escuchar las voces de seres invisibles que le hablaban del destino inevitable de todos aquellos que acudían a escuchar las sentencias de sus destinos.
Nació en medio del estruendo de las trincheras de la primera guerra mundial, en los Balcanes macedonios que luego quedarían atrapados en el telón de acero comunista; fue la paragnosta más estudiada durante la Guerra Fría, cuando se pretendía utilizar la energía mental como arma letal de guerra, superior a los estragos radiactivos del átomo.
Fue constantemente visitada por nobles y plebeyos, muy pronto el poder; quien siempre atraído por lo sobrenatural hizo su aparición en la humilde morada de Baba Vanga; Zares, cancilleres, cónsules y procónsules, actrices y bailarinas; desposeídos y magnates, dictadores y demócratas; intelectuales y analfabetos; todos acudían desde los más recónditos rincones de la tierra a escuchar los inevitables designios de sus destinos, el oráculo de Delfos resucitaba y una ciega pitonisa dictaba sentencias a los peregrinos que querían saber los designios de las Moiras; las eternas tejedoras del destino de los hombres. Querían saber de labios de la adivina la verdadera razón que justificaba su presencia en este mundo.
El futuro ya ha sucedido.
El mundo espera expectante el anuncio de guerra biológica que nos espera, es una de las predicciones donde la vidente anuncia el desastre humano del 2023; la guerra entre Rusia y Ucrania acaba de comenzar y nadie sabe el desarrollo fatal de su crueldad.
Baba Vanga anunció que escuchó las voces de entidades intergalácticas de un planeta con una elipse irregular que anuncian próximos encuentros extraterrestres. Baba Vanga también es apocalíptica y fatalista; como el apóstol Juan, también anuncia el fin de los tiempos en medio de explosiones cataclísmicas y devastación generalizada.
Baba Vanga, a pesar de ser ciega, podía describir con precisión el atuendo de sus clientes, la expresión de sus rostros y la inescrutable pasión contenida en sus almas; lo que significa que en algunos casos la percepción puede provenir de fuentes distintas a los sentidos; en nuestros sueños escuchamos voces que no pasan por nuestros oídos, vemos imágenes que surgen sin pedir permiso en las visiones fantasmales de nuestra psiquis; sentimos las pasiones que acompañan los acontecimientos de nuestros delirios oníricos, algunos logran interpretar anuncios que se cumplen en el futuro, otros escuchan la sabia voz interior que es en definitiva quien guía nuestros actos; todos tenemos un Baba Vanga dentro de nosotros.
Michael de Nostradamus escribió sus centurias; muchas de sus predicciones se han cumplido; Baba Vanga era analfabeta, sólo iluminada por los destellos de sus voces interiores que la hicieron tan famosa y creíble como el médico frances que vivió en los tiempos de la Peste Negra. Ella nunca escribió libros proféticos que perpetuaran sus predicciones, solo nos quedan los escritos de personas que la conocieron y como evangelios dispersos escribieron libros que contienen sus sentencias, algunas ya cumplidas y otras esperando el tiempo para verificar su verdad.
El mundo de los videntes es determinista, parece que para ellos el fluir del tiempo sigue una dirección opuesta a la nuestra; todo parece indicar que los acontecimientos de nuestra vida se designan mucho antes de que hagamos presencia en esta realidad desconocida y engañosa, somos actores con libretos previamente escritos por un director desconocido que mueve sus hilos desde las sombras; con un escenario inefable deformado por la trampa de nuestro limitado cerebro que interpreta la realidad de manera primitiva y terrenal.
Baba predijo con precisión la fecha de su muerte, anunciando que se reencarnaría en el cuerpo de una niña francesa; si su predicción es cierta, ya su nuevo huésped debe estar lo suficientemente madura como para impresionarnos nuevamente con su grandiosa presencia y sus inevitables augurios.
me gusta
ResponderBorrarEn extremo, interesante
ResponderBorrarMuy bueno
ResponderBorrarMuy bueno los felicito gracias
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