La actividad mediumnica de Juana de Arco.

Cuando una sociedad se encuentra oprimida los mesianismos son inevitables, los sueños utópicos aparecen encarnados en la llegada de un solo salvador que aparecerá victorioso para cambiar el injusto orden establecido.

El pueblo judío aun conserva las esperanzas de la llegada de un salvador que los olvido aún en los tiempos aciagos de la barbarie hitleriana, el pueblo cristiano espera la segunda llegada del salvador que construirá un nuevo orden social y político.

De todos los mesianismos, el único que se cumplió a cabalidad fue el de la “Doncella de Orleans”, Los oprimidos franceses del siglo XIV esperaban la llegada de una doncella salvadora que conduciría a su pueblo a la unificación política y a la libertad absoluta de la ocupación inglesa, los campesinos franceses y después la dispersa nobleza, vieron en la joven Juana de Arco como la encarnación mesiánica de la doncella guerrera y travestida que expulsaría a los ingleses de tierras francesas, sin duda la profecía se cumplió al pie de la letra,  tal cual como se vaticinó en corrillos de la gleba francesa.

   A los trece años, Juana de Arco confesó haber visto a San Miguel, a santa Catalina y a santa Margarita, y declaró que sus voces la exhortaban a llevar una vida devota y piadosa. Unos años más tarde, se sintió llamada por Dios a una misión que no parecía al alcance de una campesina analfabeta: dirigir el ejército francés, coronar como rey al delfín en Reims y expulsar a los ingleses del país. Estas alucinaciones y visiones similares a las voces internas que atormentan a los locos fueron el impulso que atizaron la voluntad guerrera de la dulce adolescente que se vistió de hombre para comandar los ejércitos franceses y expulsar a los invasores después de una sangrienta ocupación de más de cien años.

Después de la victoria las voces interiores cesaron y Juana regreso a la tranquilidad de los cuerdos, su enorme prestigio mesiánico y las peticiones de sus seguidores la obligaron a continuar con sus designios. Fue capturada y sometida en los juicios inquisidores que la iglesia tenia preparados para todos los infortunados que pusieran en riesgo su inmenso poder y en duda sus decadentes postulados; Juana Fue calcinada en público, tuvo la oportunidad de retractarse y salvarse de las ardientes empalizadas, pero al igual que Giordano Bruno prefirió la rebeldía antes que el sometimiento y la vergüenza pública. 

Al parecer los mesianismos terminan en la cruz, como en el caso del Cristo; en las empalizadas purificadoras de inquisición como en el caso de Juana, con la cicuta como a Sócrates,  que obedeció a su voz interior quien lo invitó a enfrentar la muerte con gallarda resignación.  

Como Mahoma, como Sócrates, Juana de Arco era un médium que escuchaba voces en su interior, la entereza de su juicio le permitía conservar el buen sentido de orientación que tienen los cuerdos; Mahoma escribió un libro mediumnico que dió origen a una religión, Sócrates creó la más sublime filosofía,  Srinivāsa Aiyangār Rāmānujany escuchaba con atención las voces de la diosa Namagiri,  quien le dictaba sus teoremas y los enigmas del número PI,  Juana libertó a  un país guiada por sus voces interiores;  al parecer los grandes acontecimientos llegan de un lugar que no es de este mundo.

En medio la misoginia de la edad media, Juana se vistió de hombre, se despojó de su cabellera y se proclamó guerrera, comandaba sus ejércitos y sus gritos libertarios se hacían escuchar en el fragor de la lucha viril del cuerpo a cuerpo. Uno de los cargos que calcinaron a Juana, fue el de ser una mujer travestida que insultó la rígida disciplina del Deuteronomio.

 

En 1456, Juana de Arco fue rehabilitada solemnemente por el papa Calixto III, a instancias de Carlos VII, quien promovió la revisión del proceso. Considerada una mártir y convertida en el símbolo de la unidad francesa, fue beatificada en 1909 y canonizada en 1920, año en que Francia la proclamó su patrona, la psicología moderna en un acto de reconocimiento define al síndrome de Juana de Arco, como la intensión obsesiva de alguien por servir a los demás,  pese al sacrificio personal; la historia la registra como la rebelde mujer que desafió a un mundo patriarcal, la religión la reconoce como santa; la historia como heroína y mártir,  la psicología la estudia como madre de las causas más altruistas de nuestra especie.

Carl Jung anuncia la existencia de un inconsciente colectivo que conduce nuestros pasos, no es acaso esto una actividad mediumnica generalizada, en los momentos de profunda abstracción nos esmeramos por escuchar nuestra voz interior, no es este un esfuerzo por tratar de oír las voces interiores que nos persiguen, somos una especie a la deriva que solo puede caminar sobre la tierra conducida por las voces que retumban en nuestro interior,  y no por la fatalidad de nuestros propios juicios.