El descaro fantasmal de Ana Bolena y la impertinencia de la llorona.
En sus apariciones los fantasmas suelen aparecer ataviados con las vestimentas que llevaban puestas el fatídico día en que la muerte les llegó sin avisar. El fantasma de Ana Bolena se aparece en la torre de Londres caminando a tientas por los pasillos pedregosos que la vieron morir decapitada por orden expresa de su esposo, el rey Enrique VIII, quien ordenó su muerte en un acto público de escarmiento marital. Son más de 30.000 las veces que el fantasma de la reina sin cabeza ha sido observado caminando con las precauciones que tienen los ciegos para no estrellarse con los muros de la torre de Londres; quienes la han visto aseguran que aún conserva la vestimenta del último día salpicada con las gotas de sangre que el corte perfecto del hacha del verdugo no pudo detener. El fantasma más famoso de Latinoamérica, que ha sido visto desde el desierto de Sonora en México hasta las escarpadas llanuras peruanas, se aparece de noche vestida con su traje de muselina blanca, con las manos en